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---|---|
Todos cuatro en continente
y no con próspera prisa
Se fueron con la divisa
era en su trono potente:
saludaron reverente,
según hacer se debía:
Venus con gran alegría
les habló graciosamente. | 40copla_arte_menor
|
En soledad vivía,
y en soledad he puesto ya su nido,
y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido. | 14lira
|
Los olivos moribundos
florecen en todo el aire
y los muchachos se quedan
cercanos y agonizantes. | 11cantar
|
¡Cuánto hoy hijo de Eva,
afectando lo galán,
se desmiente en un Jordán
que ondas de tinta lleva,
forma sacando tan nueva
que la extrañan por lo sucio!
Rocín que, parando rucio,
morcillo a correr comienza | 4octava
|
Ante mi vista se aparece Filis;
en mis oídos su lamento suena;
todo me llena de terror, y al suelo
tímido caigo. | 36estrofa_sáfica
|
Trae, Jarifa, trae tu mano,
Ven y pósala en mi frente,
Que en un mar de lava hirviente
Mi cabeza siento arder.
Ven y junta con mis labios
Esos labios que me irritan,
Donde aun los besos palpitan
De tus amantes de ayer. | 15octavilla
|
Penas tiée mi mare,
penas tengo yo;
y las que siento son las e mi mare,
que las mías no. | 26seguidilla_gitana
|
Un ladrón y otro perverso
desterraron a Pedrosa,
porque les predica en prosa
lo que yo les digo en verso | 19redondilla
|
Vamos corriendo al campo
que no se puede
tolerar esta vida
de pretendiente:
que allá en la aldea,
nunca faltan los hombres
a sus promesas. | 27seguidilla_compuesta
|
Cae el agua. El aire en mil colores
transparenta la dulce
caricia de las rosas
los mirtos y geranios
las adelfas amargas que iluminan
la tarde primavera
el agua
el aire
tu voz azul de nuevo imaginada
en el rozar de un pétalo
los labios de la tarde
la música del agua siempre siempre
mientras en mil colores
el aire se desangra. | 35unknown
|
Fatigada del baile,
encendido el color, breve el aliento,
apoyada en mi brazo,
del salón se detuvo en un extremo. | 21silva_arromanzada
|
Si hasta ahora ninguna concesión alcanzaste
de unas damas y de otras a las que adoraste,
échalo en culpa tuya, pues por ti fue que erraste
ya que a mí no viniste y ni me consultaste. | 9cuaderna_vía
|
¡Cuántas veces al pie de las musgosas
paredes que la guardan,
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama! | 21silva_arromanzada
|
Como aquella que previenes
entre todos los estados,
y los tienes sojuzgados,
donde mandas por bien tienes:
¡Oh planeta! que sostienes
todo valor y virtud,
amada de juventud,
¿Quién recontará tus bienes? | 40copla_arte_menor
|
Cerca del ara de tu templo en Pafos,
Entre los himnos que tu pueblo dice,
Este infelice tu venida aguarda:
Baja volando. | 36estrofa_sáfica
|
Mientras le roe el buitre las entrañas
y la sangre se escapa de su cuerpo
como un hilo de agua enrojecida
que, por las grietas del peñasco negro,
baja a perderse al piélago marino,
todo yace tranquilo entre el silencio
augusto de la noche perfumada
por los soplos armónicos del viento
que trae de los bosques comarcanos
el olor resinoso del abeto,
mezclado al de las rojas azaleas
que engendran la locura en el cerebro
del pájaro que llega fatigado
miel a libar en sus pistilos negros. | 18romance_arte_mayor
|
Llorado hubierais, sin duda,
Al verlos, entre gemidos,
Arrastrar
La férrea cadena ruda,
Yendo para ser vendidos
Al bazar. | 31estrofa_manriqueña
|
Me siento en el plan de un bajo
a cantar un argumento-
como si soplara el viento
hago tiritar los pastos-
con oros, copas y bastos,
juega allí mi pensamiento. | 12sextilla
|
Vengan Santos milagrosos,
vengan todos en mi ayuda,
que la lengua se me añuda
y se me turba la vista;
pido a mi Dios que me asista
en esta ocasión tan ruda. | 12sextilla
|
Grande es el grande rufián
Julián;
que es, porque el Conde lo dijo,
su hijo,
pero (no admite disculpa)
de puta.
Esto en Madrid se executa:
que case, ¡caso notable!,
con hija del Condestable
don Julián, hijo de puta | 0ovillejo
|
Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea
me parece, en el cielo de la tarde,
¡una perdida estrella! | 21silva_arromanzada
|
»Del importe logrado
de tanto pollo mercaré un cochino;
con bellota, salvado,
berza, castaña engordará sin tino,
tanto, que puede ser que yo consiga
ver cómo se le arrastra la barriga. | 45sexteto_lira
|
De Ovidio sois muy secaz
sólo os falta ser poeta
para estar con él en paz,
pues del nasón y antifaz
más tenéis que una galleta.
De un bien estaréis cumplido,
aunque no es muy necesario:
que el frío no habrá salido
cuando allí lo habréis sentido
como sol en campanario. | 6copla_real
|
De aquella muda y pálida
mujer me acuerdo y digo:
¡oh qué amor tan callado el de la muerte!
¡Qué sueño el del sepulcro tan tranquilo! | 21silva_arromanzada
|
Errante por el mundo fui gritando:
—La gloria ¿dónde está?,
y una voz misteriosa contestóme:
—más allá... más allá... | 21silva_arromanzada
|
Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que el hombre que lo desvela
una pena estraordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuela. | 12sextilla
|
Unta, Juanillo, el eje.
Que chilla el carro,
¡Hasta el palo Insensible
Quiere regalo
Por eso muchas
Rechinan como el crro,
Si no las untan. | 27seguidilla_compuesta
|
«Bien sé», le respondí, «que es el famoso
gran don SANCHO DE LEIVA, cuya espada
y pluma harán a Delio venturoso; | 33terceto
|
No siento en er mundo más
que tengas tan mar sonío,
siendo de tan güen metá. | 30soleá
|
Agua de pozo:
el niño baja el balde,
sube una estrella. | 8haiku
|
Nomás la noche,
nomás la noche, y sí
no más la noche. | 8haiku
|
Iba tocando mi flauta
a lo largo de la orilla;
y la orilla era un reguero
de amarillas margaritas.
El campo cristaleaba
tras el temblor de la brisa;
para escucharme mejor
el agua se detenía.
Notas van y notas vienen,
la tarde fragante y lírica
iba, a compás de mi música,
dorando sus fantasías,
y a mi alrededor volaba,
en el agua y en la brisa,
un enjambre doble de
mariposas amarillas.
La ladera era de miel,
de oro encendido la viña,
de oro vago el raso leve
del jaral de flores níveas;
allá donde el claro arroyo
da en el río, se entreabría
un ocaso de esplendores
sobre el agua vespertina...
Mi flauta con sol lloraba
a lo largo de la orilla;
atrás quedaba un reguero
de amarillas margaritas... | 1romance
|
Un jardín también tiene
de gran delicia
donde todas las flores
son peonías.
Que huelen
mucho más que pebetes
se gastan
en Cambray y en Holanda
y no hacen
mal para el mal de madre. | 16chamberga
|
Respondió: "Señora mía,
nunca viene solo un mal,
y un dolor, aunque mortal,
siempre tiene compañía
con otro más principal;
y así, verme yo partir
de tu vista y de mi vida,
no es pena tan desmedida
como verte a ti sentir
tan de veras mi partida. | 6copla_real
|
¡Afuera, afuera, Rodrigo,
el soberbio castellano!;
acordársete debiera
de aquel tiempo ya pasado,
cuando fuiste caballero
en el altar de Santiago,
cuando el rey fué tu padrino,
tú, Rodrigo, el ahijado.
Mi padre te dio las armas,
mi madre te dio el caballo,
yo te calcé las espuelas
porque fueses más honrado ;
que pensé casar contigo,
no lo quiso mi pecado;
casaste con Jimena Gómez,
hija del conde Lozano;
con ella hubiste dineros,
conmigo hubieras Estado.
Bien casaste tú, Rodrigo:
muy mejor fueras casado;
dejaste hija de rey
por tomar de su vasallo.
¡Afuera, afuera, los míos,
los de a pie y de a caballo,
pues de aquella torre mocha
una vira me han tirado!
No traía el asta hierro,
el corazón me ha pasado. | 1romance
|
-SAN GUNDIÁN, padre maestro,
Quién el trigo contó al granar,
Y del ave que va volando
Dice en dónde se posará,
Y de la piedra de la onda
Y de la flecha, adónde van? | 39sexteto
|
Parece que os recuerdo
abrazados al mundo entre trajes de hilo
entre la piel hermosa de una época
que nos dejó sus árboles,
el corazón grabado
sobre las pitilleras, y su dedicatoria
en las fotografías. | 44septeto
|
Partidor se hizo al lobo; mandó que a todos diese:
éste apartó el menudo, para que lo comiese
el león, a quien dijo la mesa bendijese;
para sí, la canal, la mayor que se viese. | 9cuaderna_vía
|
y, aunque de patria ginovés, mostraste
ser en las musas castellanas docto,
tanto, que al escuadrón todo admiraste. | 33terceto
|
Soldados del ejército de Cristo,
Santas y Santos todos:
rogadle que perdone nuestras culpas
a Aquel que vive y reina entre vosotros. | 21silva_arromanzada
|
En mi soledad
he visto cosas muy claras,
que no son verdad. | 10tercetillo
|
Sin pavor muy codicioso
Mundo con toda maldad
Siempre fuiste malicioso
y no curas de bondad
Pues crudeza y crueldad
Contigo haces de vivir
Nunca mantendrás verdad
Por ende puedo decir
Derribas muy gran valor
Del tu mejor valedor.
| 25décima_antigua
|
Mis enemigos me venzan
en pleitos más peligrosos,
y mi amigo más querido
me levante testimonio; | 11cantar
|
Mientras miras el agua silenciosa,
como un vuelo fugaz de mariposa
sientes sobre la nuca el cosquilleo,
la pasajera onda de un deseo,
el espasmo sutil, el calosfrío
de un beso ardiente cual si fuera mío... | 39sexteto
|
Por eso es que te repito:
Ya no insistas esta noche
en decir “te necesito”,
cuando me baje del coche.
Me parece un feo broche
y hasta casi de mal gusto,
“necesito”,
me da susto,
y en el amor “es injusto” | 38novena
|
POR la senda roja, entre maizales,
Guían sus ovejas los niños zagales,
Volteando las ondas con guerrero ardor,
Y al flanco caminan, como paladines
Del manso rebaño, los fuertes mastines,
Albos los colmillos, el ojo avizor. | 34sexta_rima
|
En la laguna la miran
en madero los judíos;
pero con sus desvaríos,
aunque la sacan y tiran,
no sienten sus señoríos;
y aunque sin forma la vieron
cuantos ojos la miraron,
dichosos diré que fueron,
pues en la fuente bebieron
do tantos bienes manaron. | 6copla_real
|
Mas, si quieres salir de tu querella,
alegre y no confuso, y consolado,
dobla tu capa y siéntate sobre ella; | 33terceto
|
Yo, como estaba solo, sin tener compañía,
codiciaba la que otro para sí mantenía:
eché el ojo a una dama, no santa; yo sentía
y cruciaba por ella, que de otro era baldía. | 9cuaderna_vía
|
Que me has construido un nicho,
me han dicho.
Que lo nuestro ya murió,
que no,
que ni de tirarme piedras
te acuerdas.
No busques, cuando te pierdas,
ni mi móvil ni mis mimos,
de que un día nos quisimos
me han dicho que no te acuerdas. | 0ovillejo
|
En este fértil sitio
cultiva un huerto
que lleva todo el año
fruta de cestos.
Amena
llega siempre la espera
Milagro
que va en el hortelano
Castañas
fruto son de sus plantas. | 16chamberga
|
Política y chocolate
el vate,
sonatina, el mal y bien
Rubén,
mitología y estío
Darío...
nicaragüense sombrío
ejemplo de arte moderno,
serie de salvaje y tierno
el vate Rubén Darío. | 0ovillejo
|
Si te echares al agua,
bien de mis ojos,
llévame en tus brazos;
nademos todos. | 22seguidilla
|
Se dice comunmento
que una esperanza
posesión suele hacerse,
bien cultivada;
pero yo he visto
floridas esperanzas
que se han perdido. | 27seguidilla_compuesta
|
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba. | 11cantar
|
Vimos Paris con Thesena,
e vimos Eneas e Dido;
e con la fermosa Elena
el su segundo marido;
e más en el dolorido
tormento vimos a [Ero]
con el su buen compañero
en el lago peresgido. | 15octavilla
|
Aristóteles dijo, y es cosa verdadera,
que el hombre por dos cosas trabaja: la primera,
por el sustentamiento, y la segunda era
por conseguir unión con hembra placentera. | 9cuaderna_vía
|
Quien promete no amar toda la vida
Y en la ocasión la voluntad enfrena,
saque el agua del mar, sume su arena,
los vientos pare, lo infinito mida. | 24cuarteto
|
De flores matizadas se vista el verde prado,
retumbre el hueco de voces deleitosas,
olor tengan más fino las coloradas rosas,
floridos ramos mueva el viento sosegado.
El río apresurado
sus aguas acresciente,
y pues tan libre queda la fatigada gente
del congojoso llanto
moved, hermosas ninfas, regocijado canto. | 38novena
|
Las alas mayores que velas latinas,
y de las morciégalas no diferian:
dos vientos las alas batiendo hacían
helantes las partes del pozo vecinas.
Por agujeros, resquicios y minas
brotaban helados y negros vapores:
helaban las caras de los pecadores
doblando sus males y pensas continuas,
y otros secretos tormentos mayores... | 38novena
|
Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo,
y suele ser tu contrario. | 10tercetillo
|
Si queréis vengar
los que muerto habéis,
¿por qué no tenéis
de mí compasión?
No lloréis, ojuelos,
porque no es razón
que llore de celos
quien mata de amor. | 4octava
|
Déjate de andar siempre
buscando enredos
desata los que tienes
si alcanza el tiempo. | 22seguidilla
|
RUISEÑOR! ¡Alondra!.. Pájaro riente
Que dices tu canto al pie de la fuente,
De la fuente clara, de claro cristal...
Pájaro que dices tu canto, escondido
En el viejo roble de rosas florido,
Sobre la vitela del viejo misal. | 34sexta_rima
|
Como en el buey en ti ya no es el cuerno
sino atadero para la correa
del yugo; cuando llegue la pelea
estorbo te será. Te ha puesto tierno | 24cuarteto
|
Yo he hecho lo que he podido;
Fortuna, lo que ha querido. | 3couplet
|
La zozobra de alma enamorada,
la dulce vaguedad del sentimiento,
la esperanza de nubes rodeada,
de la memoria el dolorido acento,
los sueños de la mente arrebatada,
la fábrica del mundo y su portento,
sin regla ni compás canta mi lira.
¡Sólo mi ardiente corazón me inspira! | 2octava_real
|
Has e bibí con la pena
que no has de querer a naide
y yo he queré a quien quiera. | 30soleá
|
Madrid yace envuelto en sueño,
Todo al silencio convida,
Y el hombre duerme y no cuida
Del hombre que va á espirar;
Si tal vez piensa en mañana,
Ni una vez piensa siquiera
En el mísero que espera
Para morir, despertar: | 15octavilla
|
Muévanse los cimientos
de mi sufrido
corazón que divaga
con mil suspiros.
Mi pena
me transcurre sedeña;
doliente
se aventura en tu muelle,
y al paso
de tu beso nevado. | 16chamberga
|
Que su arrogancia y sus vicios,
Caballeresca apostura,
Agilidad y bravura
Ninguno alcanza á igualar :
Que hasta en sus crímenes mismos,
En su impiedad y altiveza,
Pone un sello de grandeza
Don Félix de Montemar. | 15octavilla
|
Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo á la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto
bancos de piedra, evónimos y acacias,
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cenit, la luna y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando,
solo, como un fantasma. | 21silva_arromanzada
|
-Cuando sea tu mirada
sólo un rescoldo,
yo pondré llanto y nieve
sobre tus ojos, | 22seguidilla
|
Por eso no trabajéis
de disimular lo hecho;
que seréis puesta en estrecho
que por fuerza confeséis
lo que lleváis en el pecho.
Yo quiero tras vos correr
por gozar de este placer;
que tan excelentes vistas
de personas tan bienquistas
cosa será para ver. | 6copla_real
|
Lo esencial desconocimos.
Seguimos
los momentos ignorando,
ahorrando
cual si fuera pasatiempo
el tiempo.
Confrontar el contratiempo
¡Qué tarea retorcida!
Sabiendo que el tiempo es vida,
¿seguimos ahorrando el tiempo? | 0ovillejo
|
Severa faz de palidez de lirio
surge de la golilla escarolada,
por la luz interior, iluminada,
de un macilento y religioso cirio. | 24cuarteto
|
Alrededor de tu piel
ato y desato la mía.
Un mediodía de miel
rezumas: un mediodía | 5cuarteta
|
Ar campito solo
me boy a yorá;
como tengo yena e penas el arma
busco soleá. | 26seguidilla_gitana
|
Hilos secretos
la trama del aire urden:
tú eres más leve... | 8haiku
|
Ancho maizal
recuerdo de la infancia
acude a mí. | 8haiku
|
Las glorias de este mundo
Son transltorias,
Pues duran mientras pasan
Por la memoria. | 22seguidilla
|
Al mandarnos nos hicieron
más promesas que a un altar-
el Juez nos jue a ploclamar
y nos dijo muchas veces:
«muchachos a los seis meses
»los van a ir a revelar». | 12sextilla
|
Lluvia de perlas retemblando cáe
En la ligera, solitaria barca;
Triste el remero suspirando voga,
Trovas cantando. | 36estrofa_sáfica
|
No te pongas colorá;
que en er mejó paño cae
una mancha sin pensá. | 30soleá
|
Como guarda el avaro su tesoro,
guardaba mi dolor;
yo quería probar que hay algo eterno
a la que eterno me juró su amor. | 21silva_arromanzada
|
Y en la noche silenciosa
Por la pradera espaciosa
Blando coro
Forman, diciendo a mi acento,
El arroyuelo y el viento:
«Yo te adoro». | 31estrofa_manriqueña
|
Muy malo estaba Espinelo,
en una cama yacía,
los bancos eran de oro,
las tablas de plata fina,
los colchones en que duerme
son de una holanda muy fina,
las sábanas que le cubren
en el agua no se vían,
la colcha que en ella ponen
sembrada es de perlería;
a su cabecera tiene
Mataleona, su amiga,
con las plumas de un pavón
la su cara le resfría.
Estando en este solaz
tal demanda le hacía:
Espinelo, mi Espinelo,
¡cómo naciste en buen día!
El día que tú naciste
la luna estaba crecida,
ni punto le sobraba,
ni punto le fallecía.
Contádesme, Espinelo,
contádesme vuestra vida.
Yo te lo diré, señora,
con amor y cortesía:
mi padre era de Francia,
mi madre de Lombardía;
mi padre con su poder
a Francia toda regía.
Mi madre como señora
una ley hecha tenía:
la mujer que dos pariese
de un parto y en sólo un día,
que la den por alevosa
y la quemen por justicia,
o la echen en la mar,
porque adulterado había.
Quiso Dios, y su ventura,
que ella dos hijos paría
de un parto y en una hora
que por deshonra tenía.
Fuérase a tomar consejo
con tan loca fantasía
a una cautiva mora,
sabia en nigromancía.
¿Qué me aconsejas, la mora,
por salvar la honra mía?
Respondiérale: Señora,
yo de parecer sería,
que tomases a tu hijo,
el que te se antojaría,
y lo eches en la mar
en un arca de valía
bien embetunada toda,
mucho oro y joyería,
porque quien al niño hallase
de criarle se holgaría.
Cayera la suerte en mí,
y en la gran mar me ponía,
la cual estando muy buena
arrebatado me había
y púsome en tierra firme,
con la furor que traía,
a la sombra de una mata
que por nombre espina había,
que por eso me pusieron
de Espinelo nombradía.
Marineros navegando
halláronme en aquel día,
lleváronme a presentar
al gran Soldán de Suría.
El Soldán no tiene hijo,
por su hijo me tenía;
el soldán agora es muerto.
Yo por el soldán regía. | 1romance
|
Aunque mil atributos tengo de asno,
en mi destino pienso siendo olmo,
ante la orilla misma de la noche;
pues si fugaz mi paso cuando día,
o inmóvil punto al lado de la rosa,
que vivo y muero por la fina yegua. | 39sexteto
|
En pos de ella seguí por el camino
que la voz me marcó;
halléla al fin, pero en aquel instante
en humo se trocó. | 21silva_arromanzada
|
Ríe, y su carcajada tiene notas
del agua fugitiva;
llora, y es cada lágrima un poema
de ternura infinita. | 21silva_arromanzada
|
Yo entraré con el manjar,
vestido de aqueste son;
sin camisa, en un jubón
sin mangas y sin collar; | 19redondilla
|
Escribir un serventesio es cosa complicada
Con verso alejandrino mucho más imbricado,
Todo el día pensando, con la mente cansada,
Unas pocas letras más… ¡zaz! hemos terminado. | 7serventesio
|
El áureo carro que veloces llevan
Lindos gorriones, sacudiendo el ala,
Al negro suelo, desde el éter puro
Raudo bajaba. | 36estrofa_sáfica
|
venceráse sin duda esta jornada
con tal socorro». Y, en el mismo instante,
cosa que parecía imaginada, | 33terceto
|
Sea alabanza, por tanto,
a Dios Padre Criador
y a Cristo, muy gran Señor,
con el Espíritu Santo;
una honra a todos tres,
sin dar ventaja a ninguno;
que así es lo que es de uno,
que de todos ellos es. | 28copla_castellana
|
¿Dices que mi figura no emociona?
¿Dices que mi boca es un buzón?
Tu indiferencia cruel me decepciona,
Eres un ser vacío y sin corazón. | 7serventesio
|
Anunciación de los Reyes,
bien lunada y mal vestida,
abre la puerta al lucero
que por la calle venía.
El Arcángel San Gabriel,
entre azucena y sonrisa,
bisnieto de la Giralda,
se acercaba de visita.
En su chaleco bordado
grillos ocultos palpitan.
Las estrellas de la noche
se volvieron campanillas.
San Gabriel: Aquí me tienes
con tres clavos de alegría.
Tu fulgor abre jazmines
sobre mi cara encendida.
Dios te salve, Anunciación.
Morena de maravilla.
Tendrás un niño más bello
que los tallos de la brisa.
¡Ay San Gabriel de mis ojos!
¡Gabrielillo de mi vida!
Para sentarte yo sueño
un sillón de clavelinas.
Dios te salve, Anunciación,
bien lunada y mal vestida.
Tu niño tendrá en el pecho
un lunar y tres heridas.
¡Ay San Gabriel que reluces!
¡Gabrielillo de mi vida!
En el fondo de mis pechos
ya nace la leche tibia.
Dios te salve, Anunciación.
Madre de cien dinastías.
Áridos lucen tus ojos,
paisajes de caballista.
* * *
El niño canta en el seno
de Anunciación sorprendida.
Tres balas de almendra verde
tiemblan en su vocecita.
Ya San Gabriel en el aire
por una escala subía.
Las estrellas de la noche
se volvieron siemprevivas. | 1romance
|
Otro milagro más os querría contar
que aconteció a un monje de hábito reglar:
El demonio lo quiso duramente espantar,
mas la Madre gloriosa súposelo vedar. | 9cuaderna_vía
|
En coplas de pie quebrado
ha de andar mi devoción
esta vez
y siendo vos mi abogado
a ser vendrá la oración
justo juez. | 31estrofa_manriqueña
|
Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo;
¿a qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos? | 23cuarteto_lira
|